Una colección de ideas y reflexiones sobre las que nadie me ha preguntado. Si se perdió la última newsletter (y mi historieta con la Wintour) puede leerla
Me van a permitir ustedes
que desvaríe inconexamente a lo largo de esta newsletter. No es sólo el calor. El 2022 se ha colgado definitavemente la etiqueta de asfixiante. Mi nivel de hastío (¿veraniego?) suele alcanzar su punto álgido a estas alturas de julio, cuando me transformo en una especie de Gremlin malhumorado que es incapaz de moverse o pensar con claridad. Me limito a dar pasitos sin atinar la dirección correcta, confiando en que los tropezones con los muebles de mi casa me hagan cambiar de rumbo hasta acabar en el destino deseado.
¿Ven? No sé ni lo que digo.
Pasemos sin más dilación a los párrafos inconexos.
1. Fin del hartazgo: Como buena autónoma que se lo monta bastante mal, yo nunca tengo vacaciones. Y por si eso fuera poco, siempre tomo la peor de las decisiones: quedarme todo agosto en casa, mirando stories en Instagrams ajenos. Dentro vídeo.
Pero este año tengo un plan. He decidido saltarme lo que queda de verano y me voy al (espero) frío invierno de Argentina. Héctor, mi amiga la Marcas y yo hemos alquilado un piso en Palermo, Buenos Aires, y nos quedaremos allí un mes. Muchas gracias por todas las recomendaciones que me mandaron el otro día. Las comparto con ustedes si quieren, sólo tienen que pinchar aquí.
Algunas ilustraciones que hice para una fiesta de Amazon el mes pasado.
2. Un pensamiento recurrente: Últimamente le doy muchas vueltas al concepto dibujar mal. Spy de las que piensan que nadie dibuja mal, sino que cada uno desarrolla su propio estilo. Aprender a apreciar los “errores“ propios y hacerlos parte de nuestra obra es definitivamente el camino hacia la felicidad. Del defecto, virtud.
Lo vi claro en mi última visita al MoMA hace un par de semanas, en la exposición de Matisse “The Red Studio“ (se puede visitar hasta el 10 de septiembre). Miren, si no, los detalles de su cuadro “La danza“. No es perfecto, pero al mismo tiempo, es perfecto.
Déjenme conseguir un aire acondicionado potente y me explayaré sobre este tema en la siguiente entrega.
3. Un mantra: Llevo una temporada larga recibiendo muchos noes, en diferentes campos: un proyecto, una propuesta, una beca que me hubiera gustado conseguir, algún intento de repescar una amistad... Cuando esto pasa me repito mucho una frase que casi siempre se me olvida: QUE NO PASE AHORA NO QUIERE DECIR QUE NO PASE NUNCA.
4. Un descubrimiento: Los Cevallos Bros. Me tope con ellos la semana pasada, gracias a un artículo de The New Yorker. Carlos y Miguel son dos hermanos que llevan 40 años haciendo carteles a mano para todo tipo de negocios en Nueva York. Su estilo sencillo y directo se ha convertido en una especie de emblema en la ciudad. Si tienen tiempo, echen un vistazo a su página. Yo me he comprado un póster muy simpático para mi hogar, que reza “Vaya con Dios“. A ver si un día venzo esta pereza que me impide colgar todos los cuadros que tengo por el suelo.
And speaking of New York (5): Lo prometido es deuda. Les dejo aquí una lista de mis lugares favoritos, ordenados por zonas. Son sitios a los que yo acudo de forma regular. He obviado todos los típicos sitios que aunque me encantan, pueden encontrar en todas las guías. Tampoco he incluido los sitios que recomendé al bueno de Javier Aznar en su podcast para Vanity Fair, Hotel Jorge Juan. Lo pueden escuchar aquí, a modo de audioguía.
Y ahora sí, here we go:
MANHATTAN
- Tompkins Square: Para sentarse en un banco y echar la tarde observando a la gente. Uno de los pocos parques que aún conservan algo de verité neoyorquina. Fue aquí donde Patti Smith y Robert Mapplethorpe comenzaron su amistad.
No muy lejos de allí, si pasean por las calles de Alphabet City, hay un jardín público secreto precioso, el 6CB Botanical Garden. Si pueden, cómprense un café y disfruten de un poco de paz.
- Beauty Bar, en la 14 con la Tercera Avenida: decorado como un salón de belleza de los años 60 y recubierto con purpurina. Buena fachada, música ochentera, mucha pin-up girl y copas baratas. También tiene una sala para bailar que abre a partir de las 11 pm. Y cómo no, disponen de servicio de manicura entre copa y copa.
- Gramercy Park: Para pasear por las (increíblemente limpias) calles que rodean el inaccesible parque (ya hablé de esto en ). En el 15 de Gramercy Park South se encuentra el National Arts Club, en cuyo bar se grabó la entrevista entre Martin Scorsese y Fran Lebowitz que vehicula la serie documental Pretend it is a city.
- KGB Bar, nuestro bar de estética comunista de confianza. Paredes rojas decoradas con retratos de líderes soviéticos y bebidas fuertes y baratas, ¿qué más se puede pedir? También hacen presentaciones, conciertos y obras de teatro en la Red Room. Está en 4th street w/ 2 Av.
- La Neue Galerie, que alberga obras de pintores austriacos y alemanes del siglo XX. Si les gusta Egon Schiele, no pueden perdérselo.
- Albertine Bookstore, que se encuentra en la segunda planta de la Embajada Francesa, frente a Central Park (se accede a través del lobby). Un espacio que quita el hipo, donde además pueden encontrar mi libro Arquitectures Fantastiques.
- Housing Works Bookstore: Una librería preciosa con libros y discos de primera y segunda mano. Todos los beneficios, tanto de la librería como de la tienda de ropa (también de segunda mano) que hay al lado, van destinados a asociaciones que ayudan a gente afectada por el virus del sida.
- Panna II Garden, ese restaurante indio situado en 1st Avenue que está decorado con 500 lucecitas de colores por centímetro cuadrado. Vale, probablemente sale en todas las guías de viaje de Nueva York pero me gustaría recalcar que es de los pocos restaurantes en Manhattan que, no sólo está bueno y es barato, sino que además te permite llevar tu propia bebida (créanme, se nota considerablemente en la cuenta).
- Chinatown Market of Manhattan: si andan paseando por Chinatown, entren por favor a admirar las rarezas y excentricidades que se venden en este pequeño supermercado situado bajo el puente de Manhattan.
- McSorley's, en la 3a Avenida con la 7. Es el bar más antiguo de Manhattan. Sus suelos cubiertos de serrín y sus paredes repletas de fotografías del siglo pasado así lo atestiguan. Usted elige un tipo de cerveza, dark or light, y el camarero le trae dos. Por el mismo precio. Maravilla.
- Fishs Eddy, al lado de Union Square. Es una tienda de platos, vajillas, vasos y casi todo lo que se le pueda ocurrir en acabado cerámico. Genial para llevarse algún detalle neoyorquino.
- Christopher Park: Vayan a rendir homenaje a Marsha P. Johnson, a la puerta del Stonewall Inn.
- Minetta Tavern, en MacDougal Street. Un clásico del West Village y el lugar favorito de Jerry Seinfeld. Pidan la hamburguesa. Reserven con tiempo.
- Para jazz: El Smalls y el Mezzrow. Los demás locales de renombre siempre me han parecido muy caros y además te apretujan como en una lata de sardinas. Una versión más barata y estudiantil (incluyendo $5 beer y mesas de ping-pong y billares) es el antes llamado Fat Cat, ahora conocido como Cellar Dog.
Vamos ahora con Brooklyn.
BROOKLYN
1. Greenpoint + Williamsburg
- Paseen por Manhattan Avenue en Greenpoint y entren en el diner polaco Peter Pan Donut & Pastry Shop. Pidan un cream cheese lox everything bagel y de postre un donut Old Fashion. Diríjanse a Transmitter Park y degusten estas ambrosías mirando el skyline de Manhattan. Serán felices por un rato.
- Okonomi, un diminuto restaurante japonés en el que te cocinan en la barra. Aquí rodaron un episodio de la maravillosa serie Master of None. Vayan a partir de las 6 pm, cuando empiezan a servir ramen. Puff. Ya me contarán.
- Wei's, MI RESTAURANTE FAVORITO. Comida china deliciosa (háganse un favor y pidan los spicy peanut wonton y las string beans with garlic) a buen precio, buenos cocktails, siempre tiene ambientazo pero nunca agobia. Está decorado con mil farolillos rojos, que le dan un toque cozy and warm que me recuerda al útero de mi madre.
- Café Mogador, para el brunch (o sea, el almuerzo) los fines de semana. Siempre te encuentras alguna celebrity. La última vez que fui allí estaban Justin Bieber y Haley, comiendo unos Benedict eggs mientras chequeaban sus móviles sin intercambiar palabra.
- Toñitas, a estas alturas ya no necesita explicación. Y si usted la necesita, le vuelvo a remitir al Hotel Jorge Juan.
- La Milagrosa, para copas y baile hasta tarde. Se accede a través de una lavandería en la calle Havemeyer.
- Me encanta el fried chicken + waffles de Sweet and Chick (Bedford Avenue).
- Vayan el lunes a la noche al Union Pool a ver actuar al Reverendo. Un clásico.
- St. Mazie: para escuchar jazz en directo en uno de los sitios con más encanto (de ese prefabricado) del norte de Brooklyn. Vayan si pueden entre semana porque los fines de semana está abarrotado. Se pueden reservar mesas.
2. East Williamsburg + Bushwick
- House of Yes: El Studio 54 del siglo XXI. No se pueden perder una noche de fiesta en el sitio más queer friendly de Nueva York. Decoración surrealista, disfraces, purpurina, gogós en jaulas, bailarines aéreos y un séquito de Consenticorns (consent + unicornio= personas que merodean para asegurarse de que nadie es acosado o agredido), han convertido House of Yes en el local con las mejores fiestas de Brooklyn. Sus saraos son temáticos, así que consulten antes de acudir para saber qué peluca es la adecuada. El tip: las fiestas de los jueves, Dirty Thursday, son gratis si reservan el ticket antes de las 10 pm.
La fachada de House of Yes fue de las primeras que dibujé al llegar a Nueva York:
Al tiempo la pintaron. Ahora se ve así.
Y por dentro asá.
- Muy cerca de House of Yes está la Taquería los Hermanos. Hacen sus propias tortillas de maíz para tacos y te dejan llevar tu propia cerveza. Quién da más.
- Como amaaaaante de las micheladas, no puedo dejar de recomendar La Lonchería. Pidan el Ojo Rojo.
- Pizzería Robertas. Quizás Robertas ya ha muerto de éxito (han abierto sucursal en los Hamptons), pero a mi me sigue encantando su animado patio y su Speckenwolf pizza.
- 3 dollar bill y Rosemont para Drag shows.
Y voy a dejarlo aquí de momento porque creo que se me ha ido la lista un poco de las manos.
Me marcho hoy a Argentina. Organizaré una sesión de retratos por allí, una vez esté instalada, les mantendré al tanto, amigas porteñas. Volveré en septiembre con grandes noticias que estoy deseando compartir con ustedes.
Descansen y beban mucha agua.
Gracias por leerme.