Mudanzas.

What a pain in the ass.

Hola, buenas tardes.

Ya les adelantaba el otro día vía stories que nos íbamos por patas de Mailchimp. Resulta que de manera inesperada el crecimiento de Opiniones No Pedidas ha sido inversamente proporcional a la frecuencia con la que ha sido regada. (Muchas gracias por eso). Les cuento:

Hace un mes aproximadamente recibí el típico email de Mailchimp que, por norma general, ni abres. Resulta que desde enero, por aquello de la salud mental, ando intentando recuperar espacio de todas partes (borrar caché, hacer limpieza de armario, salir de algún grupo ya no deseado de whatsapp (¡hay que reivindicar más los hastaluegomaricarmen¡!). Accedí a leer el contenido con la intención de eliminarlo y cuál es mi sorpresa al leer que, a partir del 10 de marzo, Mailchimp actualizará sus condiciones de uso: ahora si superas los 2000 suscriptores tendrás que pagar por enviar tus newsletters. Holy molly.

Intenté negociar con un bot que andaba de guardia en un chat:

Así que como no entendieron mis preguntas, ni mis demandas, ni mis necesidades, nos vamos.

Las mudanzas siempre provocan miedos y ansiedades. Gracias a dios ahora tengo una vida más sedentaria, pero el primer año que pasé en Nueva York me cambié 6 veces de casa. Sólo de pensar en ello me entran escalofríos, pero también soy consciente de lo beneficioso que puede ser cambiar de sitio cada cierto tiempo, por aquello de no apilar cosas que realmente ya no necesitamos. Siete años después, vivo en mi octava casa y mi lema sigue siendo el mismo: si un día me tengo que largar, que todas mis pertenencias quepan en una maleta. Y el resto, pues bueno, lo que me quepa en las manos.

Ahora que llega la primavera, es un buen momento para borrar caché y hacer sitio para nuevas alergias. Febrero ha sido un mes bastante hostil para mi, así que después de machacarme exigiéndome un nivel de producción que mi cabeza no podía asumir, me he rendido y he optado por hacer limpieza y poner un poco de orden en mi vida, que también es trabajo. Para que cuando vengan cosas que necesitan espacio (un proyecto, un amigo, un proceso burocrático complicado), pues no te pillen con la mopa en la mano.

Estas son algunas de las cosas que he estado haciendo:

• Me he reservado una tarde a la semana para ir a algún sitio que me guste a sentarme a pensar en las cosas que quiero y que no quiero. Y no me refiero sólo al ámbito laboral. Esto, además de ayudarme a visualizar la dirección en la que quiero crecer, me ayuda a moverme sin tanta dudas. Como decía Antoine de Saint-Exupéry: “el mundo entero se aparta ante una persona que sabe a dónde va.”

  Normalmente vengo a la Jefferson Market Library, uno de mis rincones favoritos de Nueva York.

  

• He dejado de aceptar proyectos cuyas condiciones me parecen irrespetuosas para cualquier tipo de trabajador, y esto también lo hago por el bien de mi autoestima. No trabajo a cambio de visibilidad ni de especias, ni desarrollo ni regalo ideas gratis. ¡Y no hago logos!

• He estado haciendo limpieza de libretas porque madre del amor hermoso. He rescatado viejas ideas que me gustaría utilizar en el futuro. Y he desechado muchas cuyo momento ya pasó. También hay que saber cuando te alcanza a ti el hastaluegoMariCarmen.

• ¡He hecho limpieza de braulias!

• También he hecho limpieza de horario: a partir de ahora dejo de trabajar a las 6 pm sharp. Eso me ayuda a no dilatar hasta las 10 de la noche las jornadas de trabajo, obligándome a ser más productiva y menos procrastinadora.

• Arggggg, he estado borrando fotos de mi móvil, que es una de las cosas que más pereza me da en el mundo. No sabía cómo enfrentarme a los más de 20.000 archivos almacenados que llevaba a cuestas, así que lo he hecho de la siguiente manera: he divido tamaña tarea en 12 tacadas o días y cada día revisaba las fotos de un mes. Es decir, el día 1 ponía en el buscador de imágenes la palabra ENERO, y ahí te salen todas las fotos que son de enero, da igual el año. Y ya ahí pues abres la bolsa de basura y empiezas a arrojar a tu criterio. Perdón por no haber sabido sintetizar este chorradón pero lo cierto es que a mi me ha dado mucha paz mental.

• Pase lo que pase, todos los domingos cierro las 1001 pestañas abiertas que he ido acumulando durante la semana en el navegador y que no han pasado la regla de oro: honey, si no lo has leído en siete días, jamás lo vas a leer.

  

• Una vez a la semana, normalmente los viernes cuando cocino, llamo a mis padres. ¿Ustedes no piensan que el whatsapp ha acabado con la calidad de las conversaciones? Hay algo de engañifa en ese intercambio de emojis y links de noticias, una falsa sensación de conexión con el prójimo pero… ¿que hay del holaquétalcomoteva?

Y hablando de padres. Feliz día del Padre a todos los papás buenos que nos quieren, nos cuidan y nos apoyan. Los que nos sueltan pero nos esperan con los brazos abiertos por si hay que recogernos.

Justo acabo de releer el alucinante y recomendadísimo còmic de Alison Bechdel Fun Home, sobre la compleja relación que la autora tuvo con su padre, secretamente homosexual y que se acabó suicidando cuando ella estaba en la universidad). Esta es la última viñeta:

Felicidades a mi papá, que no se si está suscrito a esta newsletter, pero ya aprovecho el espacio para agradecerle todo lo que hace por mi. Aquí estamos los dos, cuando me ayudó a montar la exposición que hice en Málaga el año pasado por estas fechas.

Aquí las recomendaciones no pedidas:

• Una serie: Me he reído mucho con la única temporada de I love that for you, una sátira alrededor del mundo de la teletienda.

• Un libro: Si aún no lo han hecho, les imploro que lean El acontecimiento de Annie Ernaux.

• Una película: Últimamente me gusta chusmear las primeras películas de los directores que me gustan. En este caso, Alexander Paine (Nebraska, Los descendientes, Election) escribió y dirigió Citizen Ruth, una comedia negrísima protagonizada por Laura Dern.

• Una exposición: Si están estos días por Nueva York no se pierdan la expo de Sempé que hay en el FIAF. Ver los originales del genio francés concentrados en una habitación es todo lo que está bien en esta vida. Hasta el 27 de marzo.

Y ya paro. Una de las cosas que quiero hacer es ser más constante con esta, mi newsletter, así que las veo pronto, porque además quiero proponerles algo a lo que aún estoy dando forma. Pronto les digo.

Muchas gracias por leerme y por acompañarme en esta mudanza. Les dejo aquí un código de descuento de mi tienda online para que les salgan gratis los envíos. Con el código HASTALUEGOMARICARMEN.